RED LAICAL
COMPAÑÍA DE MARÍA
CONO SUR
Un llamado ...
a mantener la llama encendida,
a tender la mano,
a llenar el nombre
Soy un párrafo. Haz clic aquí para agregar tu propio texto y edítame. Soy un lugar ideal para que cuentes una historia y permitas que tus usuarios conozcan un poco más sobre ti.
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Llenar vuestro nombre ...
En la realidad, desde una identidad creyente, nos situamos, dejamos iluminar y confrontar por un nombre, en la Iglesia que
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nos convoca como laicos
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nos interrelaciona
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nos da sentido de pertenencia
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nos envía como seguidores/as de Jesús, a entrar en nuestro hoy histórico siendo testigos del Evangelio y a “tender la mano”, de una manera nueva" colaborando en la transformación de la sociedad, en las circunstancias concretas que nos toca vivir, con un referente, María Nuestra Señora
Guía N° 1
Un nombre
El nombre comporta un yo, un tú, da y configura identidad y posibilita una relación: Nuestro nombre nos identifica, nos personaliza, nos relaciona, nos distingue, nos sitúa como personas, en la familia y en la sociedad.
Es importante ser llamados por nuestro nombre, tener nombre, tener un buen nombre, respetar el buen nombre de alguien. El nombre es como el núcleo de la entidad. Dar el nombre supone empezar a darse… Dar nombre a alguien o algo significa a veces una cierta “posesión”.
Guía N° 2
Un nombre ... El nombre en la Biblia
El nombre lejos de ser una designación convencional, expresa para los antiguos el papel de un ser en el universo. Dios da cima a la creación poniendo nombre a todas las criaturas, día y noche, cielo, tierra, mar (Gén. 1,3-10), designando a cada uno de los astros por su nombre (Is.40,26) o encargando a Adán, dar nombre a cada uno de los animales (Gén. 2,20).
Los hombres, a su vez, tenderán a dar un nombre significativo a los lugares a los que se asocia un acontecimiento importante, aunque sea a costa de una etimología extraña como Babel (Gén. 11,9).
Guía N° 3
Un nombre .... El nombre en la Biblia (2)
Pedro y Pablo, dos apóstoles, dos testigos de la fe:
a) Simón, Cefas, Pedro
b) Saúl (Saulo); Pablo
Debajo del nombre de cada uno de ellos descubrimos:
Una persona concreta
Un encuentro con Jesús que transforma y hace discípulo
Una misión confiada: ser Apóstol, testigo...
Una vida hasta el fin por el Reino.
Guía N° 4
Un nombre ... El nombre de Dios (1)
Gén. 32,20: Palabras de Jacob: Dame a conocer tu nombre.
Jacob. Es hijo de Isaac. Recibe la bendición de Abraham. Va buscando una tierra. Y cae en un sueño. Llega Esaú. Jacob lucha con Dios y Dios le cambia el nombre. “Te llamarás Israel” (que quiere decir “el que lucha con Dios”)
Jacob le pide a Dios que le de a conocer su nombre.
Anexo 2
Guía N° 5
Un nombre ... María
Nos encontramos con este nombre en algunos textos significativos del Evangelio:
(Lc. 1,26…), una joven desposada con un varón, que acoge con sorpresa el plan de Dios sobre su vida, que dialoga, se interroga, confía y exclama: he aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu Palabra (Lc. 1, 38)
Guía N° 6
Un nombre ... Una mujer que llenó su nombre
Juana de Lestonnac: construyéndose como hija y como creyente en un hogar conflictivo…; creciendo en libertad…
Juana de Montferrant: construyéndose como esposa y madre, compartiendo la vida familiar y los compromisos que tenía en la sociedad de Burdeos.
Juana de Lestonnac: construyéndose desde el dolor, viuda, cabeza de familia y mujer que ha de gestionar y llevar adelante el patrimonio familiar.
Guía N° 8
Un nombre ... Red Laical Compañía de María
Esta Guía es una ayuda para recoger lo profundizado y vivido en la Primera Etapa del Plan de Formación de la Red. Sería conveniente recoger su experiencia personal, y luego compartir lo reflexionado con todo el grupo.
Cada grupo evaluará en qué tiempo puede ir haciendo esta reflexión ...
Guía N° 7
Un nombre ... Un nombre en la Iglesia: laicos
Para clarificar esta identidad y misión es necesario tener una visión clara de la Iglesia. Sin pretender una teología completa de la Iglesia nos detendremos en los dos rasgos fundamentales que el Concilio Vaticano II ha destacado de manera particular.
La Iglesia es comunión, comunidad, fraternidad de unos hombres y mujeres, que han recibido el mismo bautismo y viven animados por el Espíritu del mismo Señor. Pero, al mismo tiempo, la Iglesia es misión. Esta comunidad de Jesús no es, no existe para sí misma.
